Un interesante debate está teniendo lugar en todo el mundo, y especialmente en los Estados Unidos, sobre la oportunidad, legalidad, legitimidad e incluso conveniencia de las intervenciones masivas estatales para “salvar” el sistema financiero.
Criticas ideológicas desde la derecha libertaria (Estados Socialistas Unidos) hasta la izquierda demagógica (dinero de los pobres para salvar a los ricos), o criticas económicas sobre el “riesgo moral”, la manera de implementar el rescate, la inutilidad de “poner puertas al campo”, etc. están presentes en prensa, televisión y blogs argumentadas con mayor o menor pericia hasta la saciedad.
Cierto, hay que debatir sobre lo que debe ser o no ser el sistema de libre mercado, la esencia de la libre empresa o la “destrucción creativa”
Pero yo creo que, afortunadamente, en la practica se está imponiendo el sentido común y el eclecticismo por encima de tantos fundamentalismos teóricos.
Estoy a favor ( y creo son el único camino) de las intervenciones masivas que permitan restaurar la liquidez y solvencia del sistema financiero.
Y estos son mis argumentos:
1/ Argumento Ontológico. No profundices porque debajo no hay nada. El Sistema Financiero no se basa en la confianza. ES la confianza. No se trata de un jardín que puedas podar, cortar y sanar las parcelas dañadas. Mas bien un sistema circulatorio complicado en que una obstrucción o corte puede impedir el acceso del liquido a las partes mas insospechadas. Se trata de reparar sin que se pare la circulación.
2/ Argumento Moral. Es importante no incurrir en “riesgo moral”: quien la hace la paga, porque sino no se aprende nunca y otros estarán tentados a tomar parecidas decisiones arriesgadas sabiendo que al final serán protegidos.
Pero quien incurre en riesgo moral? El particular que sin previsión toma dinero prestado que no va a poder devolver? La entidad financiera que, espoleada por el legítimo beneficio, relaja sus reglas en la concesión de prestamos?.El banco de inversión que tituliza los créditos y permite una mayor difusión del riesgo en el mercado? Las casas de rating que categorizan el riesgo sin preveer que sus bases de análisis pueden cambiar radicalmente? Las aseguradoras que aseguran esa deuda? Los Organismos Reguladores que permiten esta practica?
Nadie es inocente. Nadie es culpable.El sistema financiero tiene que regularse mejor. Es el Sistema el que no ha funcionado y hay que arreglarlo. ¡pero sin destruirlo!.
3/ Argumento Económico. Hace veinte años, los abuelos conservadores invertían en unos activos sin riesgo que daban una renta fija al mes, que emitían las caixas (seguras donde las haya) y que (a mas, a mas) estaban respaldadas por un activo real (casas). Se llamaban “cédulas hipotecarias” y eran lo mas seguro de lo seguro.
Estos desalmados bancos de inversión y otros kamikazes grandes bancos y compañias de seguros, vieron una oportunidad de negocio en comerciar masivamente con una versión mas sofisticada de estas cédulas hipotecarias. (CDOs) y otros instrumentos cuya función seria proteger aun mas los pagos (CDSs). Como eran tan seguras, querian muchas de estas “cédulas” (cuanto mas mejor) de tal manera que llenaron sus balances, y obligaron a los pobres ciudadanos a comprar casas que no podían pagar para ellos poder hacer más y mas “cédulas” de esas tan seguras
Luego, al producirse el impago de algunas (o muchas) hipotecas que estaban en la base, las “cédulas” dejaron de ser seguras. Pero como el sistema es más sofisticado y global, nadie sabe muy bien que parte del total es menos segura, ni donde están, ni cuanto valen. Las cédulas se han convertido en “deuda tóxica”. Y claro, nadie quiere deuda tóxica. Hay que limpiar los balances infectados, pero no hay quien compre la deuda tóxica. Primero: crisis de liquidez. No hay precio para esta deuda (o es bajísimo) Segundo : hay que valorar los balances a precio de mercado. Si la deuda toxica no vale nada, hay que provisionar. Tercero: Si faltan inyecciones de capital para provisionar: crisis de solvencia.Cuarto: Si no eres solvente, tienes que desaparecer.
Alguien tiene que limpiar los balances. Alguien tiene que tomar esa deuda por un valor racional (la gente suele pagar su hipoteca). Alguien tiene que devolver la cordura al mercado. No se trata de “regalar” dinero a los ricos. Se trata de remansar por su justo precio un activo que tiene valor, pero que nadie quiere. Y esperar pacientemente a que vuelva a ser querido.
¿Y porque en todo el sistema no hay ningún ente privado que asuma por un precio razonable los activos que racionalmente tienen valor?
Porque todos están sujetos a las mismas reglas de inmediatismo: valoración a mercado, exposición de cuentas trimestrales, incremento de beneficios sobre trimestre anterior, escudriñados y juzgados todos los días en la Bolsa, etc. Nadie en su sano juicio compraria algo por un valor (aunque sea racional) superior al de mercado, porque al día siguiente ¡tendría que provisionar!.
Por eso el Tesoro, la Reserva Federal y los Bancos Centrales tienen que intervenir. Para racionalizar el Mercado. Lo mismo que intervienen cuando hay “exuberancia irracional” hay que intervenir con las medidas que correspondan cuando hay “depresión irracional”. Las instituciones publicas (mejor si son no electos) no tienen que dar explicaciones de su balance, no están sujetos a resultados trimestrales y pueden comprar la deuda tóxica a un precio razonable. Si lo hacen bien, probablemente incluso hagan un buen negocio. (The Resolution Trust Corporation que se encargó de la liquidación de los activos de la crisis de las Cajas de Ahorro americanas de 1989, cerró sus balances en 1995 con pérdidas de solo 85 B.dólares, cuando lo previsto en su fundación eran varios cientos de billones de dolares de pérdidas. (Alan Greeenspan.” The Age of Turbulence” pag. 117.))
4/ Argumento Operativo. Las reglas de juego del sistema de libre mercado son evolutivas. Se van adaptando a los cambios . La globalización, la facilidad de acceso e inmediatez de la información, la velocidad de las transacciones, han supuesto un shock para estas reglas que tienen que estar permanentemente en revisión. La mejor compañía del mundo (sobre todo si su negocio se basa en la confianza) está expuesta a ataques de credibilidad que en una situación de pánico puede acabar con ella. El Short Selling (venta sin tener los activos) es un mecanismo eficiente para regular los excesos del mercado en circunstancias normales. En situaciones extremas, se convierte en un arma mortal que complica a cualquier empresa la posibilidad de supervivencia. Prohibir el short selling por si solo no arregla nada. Suspender temporalmente su uso, junto con otras medidas que palien la “depresión irracional” es sensato (quitarle la pistola al niño).
Giovanni Drogo
Disclaimer: el autor está “long” en acciones UYG (ETF apalancada de acciones financieras)