lunes, 22 de junio de 2009

Desapalancar.

En un incisivo post en clave de humor, Fresh Family Office describe la situación actual de los buenos y malos deudores a la hora de renovar sus condiciones crediticias con la Banca.
En esencia: a los solventes se les niega el crédito mientras a los insolventes se les prorroga.
Ahora bien, ¿puede la banca hacer otra cosa?
Estamos asistiendo a un proceso de desapalancamiento global motivado entre otras cosas por el estallido de la burbuja inmobiliaria y el colapso del mercado de productos de crédito. Desapalancar quiere decir reducir el libro: el volumen en créditos de un determinado banco tiene que ser menor al final del año que al inicio.
Para hacer esto, los bancos deberían cerrar los créditos malos y quedarse con los buenos. Pero Ay! eso no es tan fácil. El crédito malo, si no se prorroga, deviene en impago. Y entonces hay que provisionar. Y eso significa pérdidas. Y las pérdidas socavan la confianza en el banco. Y eso disminuye la otra parte del balance: el pasivo. Y eso obliga a dar menos créditos. Y aumenta la proporción de mora....hasta la quiebra de la entidad.
¿Que camino les queda entonces a los bancos? Reducir el libro rebajando los créditos que pueden ser atendidos (los buenos) y prorrogar los insolventes a la espera de que la mejora de las condiciones económicas (nuevo crecimiento, restauración del mercado de crédito, etc) permita que los insolventes sean solventes de nuevo.
Con esto, dicen algunos, tardaremos años en salir de la crisis. Es posible. Pero haciendo lo correcto, dicen otros, la quiebra del sistema esta servida.

Giovanni Drogo

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