Los “bonus”hay que pagarlos si:
1/ Se han cumplido los objetivos marcados.
2/ No se ha hecho trampas ni delitos para conseguirlos.
Si ha fallado la primera premisa, no hay “bonus”. Si la primera premisa no está de acuerdo con la situación de la empresa, hay que cambiar A FUTURO los objetivos que merecen ser premiados.
Si ha fallado la segunda premisa, hay despido y/o imputaciones penales.
Lo demás es demagogia.
Y cuando en un país, para decir lo que la gente quiere oír, los políticos abandonan la pedagogía y se deslizan hacia la demagogia, se incurre en ineficacia.
El próximo plan del secretario del Tesoro americano para el rescate financiero tiene como novedoso el intentar implicar al sector privado, facilitando su participación en la compra y gestión de los activos tóxicos.
Esta participación privada será mas barata (para los contribuyentes) y masiva en la medida que estos inversores privados se sientan mas confiados en la posibilidad del sistema de superar la crisis y obtener con ello interesantes beneficios a sus inversiones.
Para que el sector financiero permanezca privado, tiene que tener elementos que lo hagan atractivo a sus inversores y a sus ejecutivos. Excesivas regulaciones, culpabilizaciones exageradas y demagogias sobre los “bonus”, no ayudan a ello. Y si no que lo nacionalicen en su totalidad. Y luego, que.
Giovanni Drogo
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